Después de unos días de sol y playa me digno a aparecer, jeje.
Y como no quiero enrollarme mucho, hoy vamos a hacer un post ligerito y facilito. Es algo que os prometí hace algún tiempo, cuando os presenté mi Tarta de Santiago.
El azúcar glass, glacè, en polvo o como lo queráis llamar, se puede conseguir ya en casi cualquier supermercado. Pero es un poco más caro que el azúcar normal y claro, cuando te pones a hacer más de una tarta... pues lo notas en el bolsillo.
Así que os propongo hacerlo en casa, de forma sencilla y ahorrándonos un dinerillo.
Buscando en los botes de los supermercados me fijé en que el azúcar glass que nos venden no lleva sólo azúcar.